Militares amenazan a defensoras del Bajo Aguán

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Por: Sandra Rodríguez

Trujillo, Colón.- En el marco de las protestas contra el fraude electoral, pobladores de la comunidad «Guadalupe Carney» decidieron tomarse desde ayer la carretera, y con ello no se hizo esperar la criminalización militar.

El movimiento popular en el Bajo Aguán se ha organizado para expresar su repudio a la ilegal reelección de Juan Orlando Hernández «JOH», por lo que también son acompañados por integrantes del Observatorio Permanente de Derechos Humanos del Aguán (OPDHA) y otros líderes campesinos y campesinas, entre ellas Irma Lemus, Sara Hernández, Adolfo Cruz y Pedro Ulloa.

Lemus denunció este día, que se mantenían las tomas y a las cuatro de la mañana recibió una llamada de personas que estaban en la calle, porque que estaban llegando fuertes contingentes militares a ambos extremos de la calle que conecta a las ciudades de Tocoa y Trujillo, en la costa norte de Honduras.

Sara Hernández, defensora DDHH
Sara Hernández, defensora DDHH

Por lo que, junto a Sara, fueron a verificar, y al menos 400 efectivos militares llegaron armados con toletes y escudos de forma amenazante, listos para la represión.

La gente que estaba aglutinada en la calle en contra de el continuismo y reelección fue desalojada, y se dispersaron, denunció Lemus.

Las defensoras recibieron represalias «por hacer nuestra labor de defender derechos».

En voz baja, los militares decían, «hay van esas de derechos humanos, chiva (alerta), son chismosas, son las mismas, sólo son pajas, llamen y digan que estamos aquí, para eso son buenas estas revoltosas». Irma Lemus

«Yo, Irma Lemus Amaya, en mi condición de defensora de derechos humanos, defensora de territorios tierra y territorio, cuerpo y mujer, solicito a los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos a estar pendientes de lo que pueda pasar contra nosotras, y con Adolfo cruz lider campesino del Movimiento Campesino de Aguán (MCA), que también enfrenta una campaña de desprestigio por parte de autoridades».

Agregó, en la denuncia pública a través de redes sociales, que los y las pobladoras de la comunidad «Guadalupe Carney» son víctimas de estigmatización , discriminación por vivir en dicho sector, y por ser campesinos y campesinas, «ya que se nos tilda de revoltosos y revoltosas por salir a las calles y tener conciencia de nuestros derechos; y que, derechos que nos se defienden son derechos que se pierden, finalizó Irma Lemus.