Contrapartes de HEKS realizaron recorrido por el Museo Contra El Olvido

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Amarateca, Distrito Central.- Las contrapartes de HEKS/EPER en Honduras realizaron un recorrido por el Museo contra El Olvido, espacio para fomentar la memoria histórica y la defensa de los derechos humanos en el país.

Los visitantes fueron atendidos por el personal del Cofadeh y el recorrido fue guiado por la coordinadora general del comité, Berta Oliva, quien les relató la historia del lugar y el proceso de adquisición.

Oliva le manifestó a los visitantes que la desaparición forzada afecta a las familias, a los vecinos, a la comunidad y a la nación.

475773697_1025884016238291_2568513410330152323_nIndicó, además, que se han hecho muchas cosas en el país para que no hablemos de las desapariciones forzadas, donde han descalificado la denuncia, han descalificado la demanda, han estigmatizado la lucha, han criminalizado, porque esta mujer que les habla ha enfrentado tres requerimientos en estos cuarenta años.

“Tres requerimientos para que cambiara la historia, para que dejáramos de ser solidarios, para que dejáramos de pensar que los estados, los gobiernos tienen deuda. Y los hemos enfrentado y hemos salido, pero ahora yo no podría decirles en este momento si estamos ya en medio de lo que es eso que les hablé, del inicio del neoliberalismo o del plan Cóndor”, expresó la coordinadora del Cofadeh.

En su intervención también les habló de todo lo que significaban los efectos de esa implementación de doctrina de seguridad nacional.

“Todo eso que vivimos en la región y en el continente, con el plan Cóndor. El plan Cóndor venía ya diseñado con armas, guerra, y, por supuesto, el elemento desconocido en el continente como tal, que eran las desapariciones forzadas”, sostuvo Oliva.

Asimismo señaló que los crímenes de lesa humanidad no prescriben.

Para Leticia Flores, directora de HEKS/EPER en Honduras, el Museo Contra el Olvido es lo que ha pasado en este país, son las consecuencias de la política de seguridad nacional que se implementó en el país en los años ochenta hasta los noventa.

475863453_1025794519580574_2399458612564874270_nSeñaló que hay mucha gente, los mayores de cincuenta y hasta cuarenta años que conocemos la historia, pero la gente joven no conoce esta historia.

Sostuvo que la idea de visitar el Museo contra el Olvido es que los equipos técnicos y administradores de las organizaciones con las que HEKS trabajan, conozcan toda esta información como un mecanismo de sensibilización de las personas, de información y también como una forma de réplica.

“Aquí se vienen a dar cuenta de lo que fue la aplicación de la doctrina de seguridad nacional, y para que eso no se repita es necesario conocerlo, estar conscientes, sensibilizarnos y cuál es el granito de arena que podemos poner nosotros para evitar que esto se repita”, sostuvo la directora de HEKS.

El Museo contra el Olvido también es un espacio de reflexión que contribuye a la reconciliación nacional, a la justicia social y a la prevención de violaciones a los derechos humanos en Honduras.

La propiedad donde se encuentra el Museo Contra el Olvido, la cual fue utilizada como centro de tortura durante la aplicación de la Doctrina de Seguridad Nacional en la década de los ochenta, ha sido rescatada por el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh).

El sitio fue bautizado por las víctimas y familiares como la “casa del terror” y la propiedad pertenecía al coronel José Amílcar Zelaya, miembro del triunvirato de la Junta Militar que gobernó Honduras de 1978 a 1980, tras darle golpe de Estado al general y jefe de Estado Juan Alberto Melgar Castro (1975-1978).

Por este lugar pasaron decenas de personas, las que fueron sometidos a crueles tratos durante los tuvieron en la clandestinidad. No solo fueron hondureños y hondureñas que fueron desaparecidos, torturados y asesinados, por este sitio pasaron salvadoreños, guatemaltecos, costarricenses y nicaragüenses.

En la década de los 80, durante la implementación de la doctrina de seguridad nacional, se crearon espacios como éste, en contra de lo que era la oposición política de ese momento en la región centroamericana.

El espacio donde funciona ahora el Museo contra el Olvido fue estratégico para los que implementaron la doctrina de seguridad nacional.

En Honduras, la aplicación de la doctrina de seguridad nacional en la década de los 80, dejó un centenar de muertos por razones políticas, un sin número de personas torturadas y a más de 184 personas desaparecidas.