Tegucigalpa.- Familiares de víctimas realizan jornada de memoria, previo a la audiencia de los tres generales (R) acusados por homicidio y lesiones graves en la manifestación del 5 de julio de 2009.
Este día se está realizando la audiencia inicial en los Juzgados de Letras Penal de la Sección Judicial de Tegucigalpa contra el general en condición de retiro y exjefe del Estado Mayor conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, Romeo Vásquez Velázquez, el ex subjefe Venancio Cervantes Suazo, y Carlos Roberto Puerto, ex comandante de Operaciones Especiales, por considerarles responsables de delitos y crimen de lesa humanidad contra los jóvenes Isy Obed Murillo Mencía y Alex Roberto Zavala Licona.
Cabe señalar que estos tres generales en condición de retiro fueron detenidos en legal y debida forma el domingo 5 de enero del año en curso, donde se les decretó detención judicial y fueron trasladados a la Penitenciaria Nacional, ubicada en el valle de Támara, Francisco Morazán.
Previo a la audiencia, familiares de las víctimas del golpe militar de estado de 2009 se reúnen en una jornada de memoria en la plaza Isy Obed, en las inmediaciones del aeropuerto Toncontin, dónde fue asesinado el joven y más de 11 personas resultaron heridas ese 5 de julio de 2009.
Es importante mencionar que la coordinadora general del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Berta Oliva, llegó hasta las instalaciones del Ministerio Público en Tegucigalpa, para presentar ampliación de la denuncia por el caso de Isy Obed Murillo Mencía.
Hechos
El 5 de julio de 2009 se organizó una manifestación en el aeropuerto Internacional Toncontín, en Tegucigalpa, porque el expresidente Zelaya anunció su arribo a ese día al país.
A esta manifestación acudieron miles de personas. A las 4:00 pm las Fuerzas Armadas comenzaron a lanzar bombas lacrimógenas hacia una malla y un muro del aeropuerto, y comenzaron a disparar contra los manifestantes por un lapso de entre 15 a 20 minutos, por lo que éstos buscaron protegerse atrás de un muro de piedra en un restaurante cercano.
Pese a que los participantes comenzaron a huir para tratar de protegerse, diecinueve personas resultaron heridas, entre las cuales estaba Isy obed, que cayó herido de un impacto de bala en la cabeza, luego de ser ayudado por otros manifestantes falleció posteriormente en el Hospital Escuela.
La Muerte de Isy Obed es una ejecución extrajudicial, y sus responsables no solo incluyen a quien disparó el arma, sino a los altos mandos militares e incluso a los civiles que ejercían el poder.
Estos agentes del Estado llevan demasiado tiempo disfrutando de la impunidad y denegando a la familia de Isy Obed y a las otras víctimas el acceso a la justicia.