Tegucigalpa.- “La historia de mi abuelo ha ido saliendo a retazos al paso de mis años, primero a través de los balbuceos cotidianos de mi abuela Berta Oliva y los relatos sufrientes de las madres y abuelas de las personas desaparecidas y, luego a través de una entrevista personal directa a la madre de mi padre”, inicia el relato de Berta Elena Nativi en su ensayo “Buscando el tesoro”.
Berta Elena señala que su inspiración principal nace desde la apuesta del COFADEH (Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras) de crear el espacio de Embajadores de la memoria.
“Para mí, cómo nieta de Tomás Nativí, detenido desaparecido el 11 de junio de 1981, es trascendental no romper la consanguineidad y la continuidad, no solo de la lucha y pensamiento de él, sino continuar con el legado de una lucha de clases intermitente que mi abuelo ejercía”, manifiesta Berta Elena.
Agrega que cómo Embajadora de la Memoria este escrito ha sido un impulso personal para continuar con la búsqueda, tanto física como emocional de mi abuelo Tomás.
En el ensayo se lee que “las víctimas de ese periodo trágico de 1980-1990 no piden a la sociedad hondureña que entienda este sentimiento ni que recuerde siempre la tragedia del pasado, pero si exigen respetar el dolor y reconocer el carácter sanatorio de los sitios de memoria y, sobre todo, el carácter jurídicamente imprescriptible de aquellos hechos; es decir, que son reclamables en todo tiempo, en cualquier tiempo”.
Ante esto, la joven señala a defensoresenline.com que “los territorios como Honduras, marcados por violencia estatal y que han sido sometidos por siglos, buscan la liberación mental, la libertad de expresión, la toma de decisiones libres, buscan soberanía, buscan diversidad, buscan liberarse profesionalmente y espiritualmente”.
“Los Embajadores de la Memoria somos jóvenes agradecidos con los que nos han impulsado y apoyado, pero no somos buscadores de amos ni de cadenas que no nos pertenecen”, agregó.
Señaló, además, que “personalmente, a través de mi investigación y búsqueda de mi abuelo, he tomado el ejemplo de lo que un luchador social debería ser en su hogar, en la sociedad y en el mundo. La ternura y el rigor deben prevalecer para poder construir un mundo plurinacional y un espacio con igualdad de oportunidades”.
Agregó que el más pequeño de la familia se merece el mismo trato digno y las mismas oportunidades a su tiempo, así mismo, un luchador social debe de procurar no dejar a nadie atrás, ya que se determina que todos son importantes, porque el mundo, tu familia y la sociedad no te va recordar por tu posición, ni por tu dinero, te va recordar por lo que eres capaz de construir, cuando la destrucción prevalece en la sociedad.
“Para construir se necesita honestidad, hermandad, ternura, preparación y determinación, y eso solo es posible cuando no se conspira en contra del vecino, en contra del compañero, compañera de trabajo; incluso, en contra del que tanto daño te ha hecho”.
Asimismo, sostiene que la manipulación puede ser dañina, así como la conspiración, la envidia y la premeditación, es por eso que siempre pienso en mi Abuelo Tomás y mi abuelo Adán, ellos me enseñaron a meter mi vida en los libros y en mi hogar, y no en la vida del compañero de al lado.
A renglón seguido señalo que, con el tiempo, las máscaras se caen, las conspiraciones fracasan y el mundo sabe quién es cada quien.
“Billy Joya Amendola y su escuadrón de la muerte desaparición a mi abuelo Tomás y por más que intenten hacerme daño; no lo logrará. ¡Billy Joya asesino!”.
Y, por último, Elena Nativi deja un mensaje para el hombre que le enseñó a amar incondicionalmente a su familia, Adán Palacios, “gracias por enseñarme a no levantarle la mano a nadie, a no robar, a no matar y gracias por enseñarme a amar incondicionalmente a la familia que no es de sangre”.
Berta Elena Nativi, hondureña, licenciada en finanzas, actualmente estudia la carrera de derecho en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, seleccionada Nacional de baloncesto desde los 12 años y es parte de los embajadores de la memoria del COFADEH.
Este ensayo forma parte de la Colección Contra el Olvido que el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) presentó hoy 28 de noviembre en el marco de su 42 aniversario de fundación.
