Policía reinicia hostigamiento contra padre del primer mártir del golpe de estado de 2009

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Tegucigalpa.- La Policía Preventiva asentada en el municipio de Guayape, Olancho, ha reiniciado hostigamiento policial contra David Murillo, padre de Isy Obed Murillo Mencía, primer mártir del golpe de estado de 2009.

Así lo denunció el propio afectado ante el Comité de Familiares de Detenido Desaparecido en Honduras (Cofadeh), organización que representa legalmente a la familia Murillo Mencía ante el sistema interamericano y ante el sistema jurídico nacional.

De acuerdo al relato de David Murillo, el domingo 22 de septiembre cuando él iba a una reunión pastoral una patrulla le dio seguimiento y al regresar, por el sector conocido como Los Trozos, lo requirieron y tras presentar su documentación, los agentes le manifestaron que aparecía en el sistema, pese a que él les presentó la carta de libertad.

“Me hicieron señas que orillara el carro, luego me dijeron, con un trato bien ásperos, que lanzara las manos, y procedieron a registrarme y me dijeron que tenía dos citas y que yo era un asesino”, relató a defensoresenlinea.com David Murillo.

Agregó que llamó a la fiscal Karen Aguilar y que ésta habló con los policías y que por eso lo dejaron que continuara con su camino hacia su residencia.

Esta acción de la policía ha generado preocupación en el padre del primer mártir del golpe de estado, ya que considera que las fuerzas policiales reinician un hostigamiento contra su persona y su familia, porque en la muerte de su hijo los principales responsables son las fuerzas de seguridad del estado.

Este acto policial contra David Murillo se da 10 días después de que le Ministerio Público realizara la exhumación de los restos de Isy Obed Murillo Mencía, con el objetivo de continuar con las investigaciones para dar con los responsables de su muerte.

Además, la acción se da también días después que las fuerzas oscuras del país, que estuvieron detrás del golpe de estado, en contubernio con la embajada de los Estado Unidos, realizan ataques para crear una inestabilidad en la sociedad hondureña.

Isy Obed Murillo murió a manos de militares el 5 de julio de 2009, cuando miles de manifestantes se apostaron en los alrededores de la pista  del aeropuerto Toncontín esperando la llegada del presidente constitucional Manuel Zelaya Rosales, que había sido derrocado mediante un golpe de estado.

Cuando el avión que trasladaba al presidente Zelaya intentaba aterrizar, los militares que se encontraban en la pista realizaron disparos a los manifestantes, desplomándose Isy Obed Murillo, por el impacto de una bala que recibió en la cabeza.

Isy fue ayudado por sus compañeros, quienes lo llevaron al hospital, pero el joven falleció casi de inmediato.