El sacerdote que sobrevivió al terror y que nunca renunció a su apostolado

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En primer plano Bertha Oliva-el padre Fausto y Denia Mejía-asistente del padre

Tegucigalpa.- El líder sindical Carlos H. Reyes y la Coordinadora General del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Bertha Oliva resaltaron en el programa radial “Voces contra el Olvido” la trayectoria del sacerdote y defensor de los derechos humanos Fausto Milla, quien falleció el pasado 24 de noviembre a los 96 años.

Desde los años 80´s, el sacerdote Fausto Milla estuvo sometido a un sistemático hostigamiento tanto por su trabajo pastoral como desde el Instituto Ecuménico de Servicios a la Comunidad INESCO, que él dirigió como un servicio a las organizaciones sociales y a las comunidades en el Occidente de Honduras.

Screenshot_20231125-232130“Es lamentable la pérdida de otro hondureño valioso, un hombre que desde su juventud empezó precisamente a luchar por los derechos humanos, por los derechos de los pueblos y al mismo tiempo se fajó en las distintas instancias, tuvo que sufrir el exilio, tuvo que sufrir detenciones”

Y aún así con todo y eso, el compañero Fausto Milla siempre siguió dándonos su ejemplo porque definitivamente él era mucho mayor que nosotros y nos encontramos en los distintos momentos de la lucha de resistencia popular contra el golpe de estado y la construcción de lo que hoy tenemos en el país, comentó Carlos H. Reyes

Reyes dijo que se nos viene a la memoria aquellos momentos de la guerra de baja intensidad en Centroamérica en donde se utilizó a Honduras nuevamente como un espacio para hacer la guerra a otros países para derrumbar lo que han sido los cambios necesarios en el área centroamericana.

Primero en Guatemala cuando desde Honduras se contribuye a derrocar a Jacobo Árbenz Guzmán y después con la guerra de baja intensidad en Centroamérica se hace una campaña contra revolucionaria desde Honduras contra el gobierno sandinista de Nicaragua que había derrotado a los Somoza Y donde estábamos en un momento crucial cuando surge el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), apuntó.

“El COFADEH no surge por un invento de alguien. Surge por una necesidad y lo que más justifica esa necesidad es su insistencia ya por 41 años”,dijo.

descarga (13)Hemos observado durante esos 41 años cómo el COFADEH no solamente se ha sostenido sino que ha crecido y que tiene un plan a desarrollar para continuar en la búsqueda de todo lo que es fundamental para su tarea en pro de los derechos humanos en el país.

Por su parte la coordinadora General del COFADEH, Bertha Oliva resaltó el hecho de que el comité no sólo ha sabido mantenerse sino sostenerse.

El ingrediente fuerte que tiene el COFADEH es que es una organización de sobrevivientes de las graves violaciones de derechos humanos cometidas por agentes del estado en contra de centenares de hondureños y hondureñas, especialmente durante la época del terror  durante la aplicación de la Doctrina de Seguridad Nacional (1980-1991).

“A COFADEH nos ha tocado sentir desde esta lucha que caemos, sentir que nos cansamos pero nunca nos hemos vencido. Yo creo que en estos 41 años hemos hecho tantas cosas y sobre todo hemos conocido gente tan importante, tan determinante, que cada vez que oímos sus participaciones nos energiza y nos hace sentir que no estamos ni solas ni locas”, resaltó.

Retomando el camino seguido por el sacerdote Fausto Milla, la Coordinadora General del COFADEH expresó que el presbítero era un testimonio viviente de toda esa perversidad que se implementó en la región centroamericana.

Screenshot_20231125-232603“Él le apostó a la vida, le apostó a proteger, a cuidar, a apoyar y a transmitirle por ejemplo a los compañeros salvadoreños, a la gente de Nicaragua y a todos esos campos de refugiados que él visitaba con tanto amor pero consciente de lo que le podía suceder”, comentó.

Oliva también señaló que Fausto Milla recibió muchas amenazas durante su ministerio pastoral en Honduras, que lo forzaron a emigrar en varias ocasiones para preservar su vida en otros países.

“Fue un hombre que decidió acompañar a su pueblo, recuperar a tantas vidas psicológica y emocionalmente y eso lo hace incursionar en la medicina natural”.

Cuántas vidas el padre Fausto salvó con su medicina natural, se preguntó Bertha Oliva al tiempo que resaltó el apostolado del sacerdote.

Hay mucha gente sobreviviente de la década de los ochenta que ama al padre Fausto Milla porque fue el soporte para que ellos pudieran soportar los traumas causados por las torturas a las que habían sido sometidos por escuadrones de la muerte, destacó la Coordinadora General del COFADEH.

Bertha Oliva-padre Milla-Denia Mejía-asistenta del sacerdote católico“No sólo ayudó sino que enfrentó con su cuerpo, con su libertad, con su vida, procesos, encarcelamientos, persecución, atentados y exilios hasta hoy”.

Bertha Oliva indicó que incluso cuando el golpe de estado “nos tocó sacarlo del país y él fue miembro de la Comisión de Verdad” que presentó un informe sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas durante y posterior al golpe de estado de 2009.

Ser parte de los integrantes hondureños que conformaron la Comisión de Verdad, fue motivo para poner su vida en riesgo, dijo Oliva.

“Lo sacamos al exilio por un tiempo pero claro, no pudo estar mucho tiempo lejos de su pueblo y retornó al país para incorporarse a la lucha”.

Así que estos 41 años nos han permitido conocer gente de esa madurez como el padre Milla, que no sólo era alguien que lanzaba el discurso político, sino que el padre Fausto era un auténtico revolucionario y murió siéndolo.

“Hablar del padre Milla nos ubica en los campos de refugiados durante la década de los 80´s para mencionar una conexión con la vida, con la libertad y la justicia”, dijo Oliva.

El padre Milla decía en sus homilías que el pueblo hondureño debía mantenerse unido y organizado para que triunfe el bien y la justicia, frente a tanta desigualdad.

Screenshot_20231125-231749Milla falleció en Corquín, Copán, el viernes 24 de noviembre a los 96 años. Era originario de Guarita, Lempira y fue ordenado sacerdote a los 41 años en Medellín, Colombia en 1968.

Carlos H. Reyes resaltó el hecho de que lo vivido por el padre Fausto Milla lo convierte en un revolucionario, aunque él nunca se autodenominó así.

Por último Bertha Oliva, al aproximarse la celebración de los 41 del COFADEH expresó que “hemos entendido que nadie avanza sólo, nosotras nunca hemos estado solas y eso ha sido la gran ventaja que hemos tenido”.

“Hay que tener memoria, hay que construirla, hay que edificarla para que se conozca. Cuando nosotras hablamos que somos resistencia, nos referimos a que nosotras nos resistimos a perder la memoria y nos resistimos a sólo tenerla nosotras”.

La memoria es un puente que sirve para la reconstrucción, para el análisis, para el debate, para la reflexión y para la generación de conciencia, señaló Bertha Oliva.