Honduras es un país en el cual su prensa tradicional y la opinión pública caminan por calles separadas desde 1998, en paralelo desde el golpe de 2009, divorciadas a partir del fraude de 2013 y enemistadas por el otro asalto criminal de 2017.
En aquellos días del huracán Mitch, un libro escrito brillantemente por un equipo interdisciplinario bajo el título “Prensa, poder y democracia”, marcó el comienzo del fin de esos carteles anti pueblo, cuyos voceros hoy mendigan la atención de los republicanos supremacistas en Washington.
La mencionada obra fechada en 2002, con un prólogo lúcido del mordaz académico Víctor Meza, desnudó los imperios de papel de los Rosenthal, Canahuati y Facussé, sin olvidar a los Villeda-Ferrari ni a su cardenal y su pastor de pisto abundante.
Arrasando con una frase al líder de todos esos poderes fácticos, de esos carteles de chantaje lavadores de imagen, constructores de silencios, mercenarios cómplices del golpismo y la dictadura Hernández, Meza apuntó y disparó directo al “manda más” de entonces en la Asociación de Medios de Comunicación, y gobernante.
“Es una suerte de rey Midas al revés… todo lo que toca no lo convierte en oro, como hacía el legendario monarca frigio, sino en algo maloliente y dañino, lo convierte en «prensa tarifada», como se acostumbra llamar en Honduras a la prensa corrupta, la tevecacá..
Aquel juicio de valor quedó evidenciado siete años más tarde cuando la orden mediática fue llamar sucesión constitucional al golpe de 2009, vándalos a los resistentes de la ruptura constitucional, y héroes a los golpistas canallas.
Ese modelo de prensa del rey Midas al revés fue aplastado electoralmente en 2013 después de los Acuerdos de Cartagena, pero la Unión Europea y Washington prefirieron afianzar entonces un narco dictador en el poder antes que aceptar el ascenso de los vándalos al gobierno.
Embarrados los bigotes con los millones del narcotráfico y la corrupción, los medios del miedo, los tubos de Hermes, crearon con el perverso oráculo de ingeniería gerencial los votos rurales para imponer en 2017 la reelección ilegal del capo de Nueva York.
Sin poder detener de otro modo las caravanas masivas de hondureñas y hondureños que huían del crimen organizado, interminables hileras humanas llamadas por la prensa basura “éxodo hacia el sueño americano”, el gobierno de Estados Unidos decidió terminar con la mascarada de Juan Orlando Hernández.
Teniendo en contra la prensa mercenaria heredera de JOH, las fuerzas sociales y políticas aliadas reventaron con votos a los socios del Chapo Guzmán una y otra vez, e iniciaron finalmente un proceso de transición democrática sin periódicos, televisoras ni púlpitos.
Al no poder más detener la determinación del pueblo resistente, el Departamento de Estado y el Pentágono permitieron a Xiomara Castro tomar posesión del gobierno en 2022 y se llevaron a JOH a las ergástulas, dejando lamentablemente intacta la estructura de su cartel criminal en los tribunales, las fiscalías y el Congreso.
O sea, una «democracia tutelada» por Laura Richardson del Comando Sur y Laura Dogu del Departamento de Estado como lo sabemos, por lo que es puro embuste exigir desde Washington un fiscal independiente en Tegucigalpa o una política exterior desconfiada respecto de China.
Con el científico bobo de la asociación de medios agarrado de contrato en su condición de outsider veleta, de vocero agudo de las estupideces, el lobby anti Honduras en Washington se aprovechó nuevamente esta semana para organizar un hazmerreír en el espacio X, en Facebook e Instagram.
Representando un histrionismo tontito, en la capital estadounidense el liderazgo del BOC se entrevistaba a sí mismo el martes y perseguía el miércoles a la ex-locutora de noticias María Elvira Salazar, con el objetivo de obtener una declaración anticomunista hacia el gobierno de Xiomara.
Finalmente, lo lograron con esa representante de origen cubano, militante del anti cubanismo en Miami que La Habana llama gusanera. La vocera de ese fracaso, en nombre de un sector de republicanos socios del capo hondureño de la droga que será juzgado en enero próximo en Nueva York, aceptó gustosa enviar una declaración de amor al ex presidente Manuel Zelaya y un ataque misógino a Xiomara.
Con transmisiones en vivo, Chávez, Elvira, Marybel Espinoza, Nasralla, Rivera Callejas y otros promotores de la Red Pandora, cumplieron la agenda de un lobby conspirativo que no representa los intereses del Departamento de Estado, como aclaró oportunamente la embajadora Dogu en Tegucigalpa.
Es bueno saber que nunca hasta ahora hombres y mujeres de prensa fueron un ejemplo de buenos políticos en Honduras; al contrario, en los últimos 40 años el país padece una caterva de inútiles vanidosos traidores de los intereses de la gente. Y ese riesgo terrible sigue latente: la manía de empoderar buenos comunicadores para ganar pésimos políticos, auténticas prima donnas sin credibilidad y confianza, despojadas de influencia y honestidad.
Así las cosas desde Washington, en Tegucigalpa la audiencia controlada repetía las mismas premisas antichinas, anticubanas, antirusas, antivenezolanas y antihondureñas, e Israel seguía matando la humanidad en Gaza, la OTAN seguía destruyendo a Ucrania y un militar del ejército de Estados Unidos disparaba contra la vida en forma indiscriminada en Maine…
Mientras eso era “la agenda setting”, nosotras preparábamos la visita del bureau latinoamericano de cooperación suiza al sitio donde pondremos la primera piedra del Museo Nacional contra el Olvido en Amarateca …. Preparábamos el 30 aniversario de la Red Comal en Siguatepeque… Y nos preparábamos para lanzar nuestro nuevo sitio web con el apoyo del Centro Cultural España… muy pronto.
Buenas noches
Editorial Voces contra El Olvido, sábado 28 de octubre de 2023