Cuarenta agostos a la espera de saber ¿Qué pasó con Eduardo Becerra Lanza? ¿Dónde está?

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Tegucigalpa.- “Creo que Eduardo en este momento probablemente fuera un alto dirigente político, tenía mucho futuro, precisamente por ese liderazgo y esa carisma que él tenía; yo creo que  le diría que lamento precisamente  el hecho de no poder continuar juntos y de emprender ese camino  para lograr las metas académicas y políticas que teníamos propuesta, desde  aquellas fechas y que  por supuestos  fueron truncadas cuando él fue desaparecido”.

IMG-20220801-WA0042Con estas palabras Héctor Longino Becerra recuerda que este día,  pero hace cuarenta años, su hermano Eduardo Becerra Lanza fue detenido desaparecido en el centro de Tegucigalpa.

Eduardo Becerra Lanza,  líder estudiantil, secretario General de la FEUH (Federación Estudiantes Universitarios de Honduras), miembro del Consejo  Superior  Universitario y  del claustro pleno, fue desaparecido el 1 de agosto de 1982, justo  hace cuarenta años.

“Efectivamente, este año, se cumplen cuarenta años de impunidad, precisamente porque el Estado de Honduras aun no castiga a los culpables de las desapariciones, torturas, crímenes de jóvenes beligerantes que realizaban una labor invaluable en defesa de  los derechos humanos, en defensa de la democracia, en defensa del estado de derecho y  en contra de las atrocidades que el  régimen de aquel momento cometía contra el pueblo hondureño”, agregó.

Sentado en una banca de un parque muy conocido en el centro de Tegucigalpa, cerca de donde Eduardo fue detenido y posterior desaparecido, y también de donde ha estado su entorno familiar,  Héctor  Becerra  recordó los sueños  y anhelos con su hermano Eduardo.

“Tuvimos una infancia normal, niños con un anhelo, con un sueño, con una esperanza de poder salir adelante con los esfuerzos que realizaban nuestros padres, mi hermano tuvo una excelente educación en el sentido de que en aquellos tiempos en Honduras, digamos que  había una mayor cercanía de parte de  los maestros que impartían clases”.

“Nuestra infancia  transcurrió en la zona del barrio El Bosque, donde había  mucha  comunidad todavía en aquel momento, es decir, mucha amistad con nuestros vecinos, se compartía más, no existía esta delincuencia que actualmente existe y eso obviamente permitía  mayor libertad para los niños y niñas que nos criamos en aquel  momento”, añadió.

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Héctor Longino Becerra

Héctor expresó que Eduardo era estudiante de medicina y desde muy joven empezó a militar en los frentes estudiantiles de izquierda en el Instituto Central Vicente Cáceres (ICVC), posteriormente al ingresar a la escuela de Medicina de la Universidad  Nacional Autónoma de Honduras (UNAH)  fundó un movimiento que se le denominó Movimiento de bases  y con ese movimiento de bases  al interior del Frente Revolucionario Universitario (FRU).

Lanza, además, llegó a ser el Secretario General del Frente de Reforma Universitaria y posteriormente el Secretario General de la FEUH.

“En ese momento importante participó en la lucha por el incremento del 6% al presupuesto  de la UNAH. Eduardo era un hombre que dedicó su vida al  servicio de los refugiados en la zona de Colomoncagua, un estudiantado que  fue artífice principal para que en aquellos tiempos el hospital  San Felipe no fuera cerrado, por ejemplo;  hoy brinda servicios  muy importantes a la población hondureña, particularmente persona de escasos recursos, añadió.

Señaló que “Eduardo fue ferviente cuestionador  del sistema injusto  que prevalecía en aquel momento, principalmente dirigido el presidente Roberto Suazo Córdova, periodo (1982-1986),  y también contra el ex rector de la universidad Oswaldo Ramos Soto  y el general Gustavo Álvarez Martínez, ya que en aquel momento jeteaba las Fuerzas Armadas de Honduras (FAH)”.

“Oswaldo Ramos Soto, en aquel momento era el rector y fue precisamente en el periodos de él  en que es desaparecido nuestro hermano Eduardo Becerra Lanza”, puntualizó.

El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), registra 184 desaparecidos en la década de los ochentas,  que se le ha denominado la “década  del terror”, mismos que continúan sin justicia y los perpetradores caminando libremente en total impunidad por las calles, mientras que las familias de las víctimas continúan su lucha por  saber ¿Dónde están los detenidos desaparecidos?

“Los casos de los desaparecidos continúan en la impunidad y en el caso de todos los estudiantes universitarios que fueron desaparecidos en la década de los años ochenta, pues uno  de los artífices de estos crímenes fue Oswaldo Ramos Soto, hay que recordar que Soto era  el secretario de la APROH, que era la Asociación para el Progreso de Honduras y cuyo presidente era Gustavo Álvarez Martínez, y también habían en este grandes oligarcas de este  país que formaron parte de esa asociación y Oswaldo Ramos Soto, repito, era el secretario de esa asociación, además de rector de la Universidad,  entonces abusaron del poder, cometieron estos crímenes”, dijo  el hermano de Eduardo Lanza a defensoresenlinea.com.

“La justicia  es la única que puede reparar a los familiares de las víctimas”

Screenshot_20220801_134137_com.google.android.apps.docs“Son crímenes de lesa humanidad  que no prescriben en el tiempo, por lo tanto todavía existe la posibilidad de que estas personas sean  llevadas nuevamente a los tribunales, creo que es el momento justo para hacerlo y desde luego, creo que hay que continuar la lucha para este resarcimiento de las familias; creo que a pesar de todos los esfuerzos  que se han hecho en el tiempo, la justicia es la que definitivamente puede reparar totalmente a las personas y familiares que fuimos perseguidos y que perdimos un familiar  en esa década tan terrible para el pueblo hondureño”, señaló.

Al ser consultado sobre cómo vivió él con su hermano los días posteriores a su desaparición o si Eduardo le mencionó su preocupación ante  el eminente riesgo que siempre lo asecho por su lucha con las personas más desfavorecidas del país, señalo que “Eduardo estaba claro que estaba siendo perseguido, no precisamente de ese año en que desapareció  si no que desde años anteriores, era un dirigente con mucho carisma y liderazgo, y eso incomodaba a las autoridades universitarias y por supuesto a Gustavo Alvarez Martínez, que estaba en el poder”.

Esa persistencia de Eduardo y sus compañeros les permitió adquirir una conciencia en el sentido de que la lucha  era necesaria y que no había que abandonarla, “digamos que semanas antes  había sido liberado un compañero de la FEUH, creo que era  el compañero Ayes y pues el definitivamente  nos contó que Eduardo y los demás compañeros corrían riesgo”, agregó.

Eduardo tenía 24 años y desde muy joven se identificó con las causas sociales y comprometido con la lucha de los estudiantes y estuvo apegado a los más desfavorecidos, por lo que se asumieron esos  riesgos, “es decir, lo más lógico en ese momento era dejar el país  y eso implicaba dejar abandonada la lucha y eso es lo que definitivamente Eduardo no vio como algo correcto y se quedó en el país y continuó  luchando”.

Héctor señaló que Eduardo tenía mucha convicción, compromiso con el pueblo hondureño,  con el estudiantado universitario  y eso  lo aprovecharon los cuerpos de seguridad del Estado y en un momento de descuido es apresado en el Centro de Tegucigalpa y desde esa fecha,  el 1 de agosto de 1982, no se volvió a saber nada de él.

“Cuando Las Tarántulas Atacan”

Screenshot_20220801_143435En el  caso de Eduardo, su madre y su padre iniciaron una  búsqueda, es decir, hicieron múltiples investigaciones, visitas a políticos y jueces, magistrado, personajes internacionales de otros países, como el premio nobel de la paz Adolfo Pérez Esquivel y toda esta lucha quedó escrita en el libro  “Cuando Las Tarántulas Atacan”.

“En  este  libro se ve reflejada la lucha  por  la búsqueda de verdad y justicia que emprendieron mis padres para poder encontrar con vida a Eduardo, pero sin embargo eso no fue posible, pero queda un legado histórico de aquella lucha que queda escrito para la historia en el  primer documento que es una novela testimonial, que sale a la luz pública acerca de los desaparecidos en la década de los años ochenta, y que denuncia sin ningún tipo de temor  las actividades y los crímenes que el estado de Honduras a través de los cuerpos de seguridad cometieron contra las personas  que  se levantaban en contra de un sistema  injusto, en contra de la pobreza, en contra  del abandono,  favor de la educación, etc.

“Entonces yo creo que  ese trabajo que realizó mi mamá y mi papá es un trabajo invaluable en el tiempo, es uno de los libros más referenciados actualmente, tanto en artículos como en investigaciones  que se hacen sobre la década de los años ochenta, y eso demuestra que efectivamente  es un  documento historio que prevalecerá y demostrará en el tiempo esa falta de humanidad que en la década  de los años ochenta tuvo el Estado de Honduras, señaló.

Otros actores vinculados a estos crímenes de lesa humanidad en Honduras.

El hermano de Eduardo añadió que “por su puesto detrás de todos estos crímenes también hay que señalar al gobierno de Ronald Regan, en aquel tiempo de los Estados Unidos, que entrenó escuadrones de la muerte en  Honduras, que  trajo expertos  tanto de Chile como de Argentina para entrenar policías en Honduras, en técnicas de tortura, en seguimiento,  persecución, captura, desaparición, incluso desmembramiento de cuerpos como sucedió en esa década”.

Héctor Longino Becerra señala además  que hay una enorme responsabilidad en los crímenes de lesa humanidad cometidos en lo que se denominó la década perdida, la guerra fría, la doctrina de la Seguridad Nacional que implementaron una guerra de baja intensidad para muchas persona en nuestro país, particularmente jóvenes deseosos de realizar un cambio político y social  en Honduras.

La esperanza de saber dónde están las y los desaparecidos, no está perdida.

IMG-20220801-WA0022Al ser consultado  si  con el nuevo gobierno liderado por  una mujer presidenta que se da por primera vez en la historia de Honduras, pueda haber una verdadera justicia, señaló que “yo creo que sí, creo que ha dado ya algunos primeros pasos particularmente con  las personas que fueron asesinados en el golpe de Estado y ha puesto la atención a sus familiares, eso creo que es sumamente importante, pero también  requiere de parte  nuestra como familiares de los desaparecidos impulsar un proceso, solicitarle a ella (a la presidenta Xiomara)  un  concurso para poder esclarecer el caso de los desaparecidos, creo que  todavía podemos encontrar los cadáveres, solo es de incoar un proceso judicial contra quienes cometieron un delito, que andan la calle con impunidad, desconociendo su pasado negro y su participación en estos horrendos crímenes”.

“Tenemos la esperanza que la presidenta Xiomara Castro pueda apoyar esta lucha que tenemos desde hace cuarenta años, y que no se ha dejado de hacer, porque en el caso de COFADEH siempre ha estado  impulsando  y reviviendo como el día de hoy la memoria  de los desaparecidos”, agregó.

La conciencia será su peor enemiga

El hermano de Eduardo  manda un mensaje a las  personas que  cometieron estos crímenes de lesa humanidad y es que la conciencia es su peor enemiga y expresa que lo más justo que podrían hacer es declarar por sí mismo ante las autoridades, a donde  están los cuerpos de los desaparecido y que se sometan a la justicia, si realmente son valientes, como se creían valientes  en la década de  los años ochenta.

“Nosotros aquí estamos todavía luchando y estuvimos en esa época que era más dura, nos enfrentamos  a ellos sin armas, simples y sencillamente haciendo  uso del derecho a la  libertad de expresión, de asociación y de protesta; siempre lo hemos hecho desde nuestros propios espacios en cualquier participación que tenemos, tanto a nivel nacional como a nivel  internacional”.

Screenshot_20220801_134147_com.google.android.apps.docsLa memoria de Eduardo está  presente y esa  ha sido nuestra lucha, y repito, uno de los mayores legados que nuestra familia ha dejado, además de la lucha de hace aproximadamente medio siglo, es haber recabado toda esa información y dejado señalado el estado y a los asesinos de los desaparecidos en el libro Cuando Las  Tarántulas Atacan”, finalizó.

Son 184 las familias que han permanecido en la búsqueda de verdad y justicia y que no pierden la esperanza de saber  que pasó,  dónde están sus  familiares, algunas han partido de este mundo anhelando la justicia que a más de cuarenta años  aún no ha  llegado.

Cabe señalar que con el objetivo de rescatar la vigencia del pensamiento político de los detenidos desaparecidos en la época de los años ochenta, el Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos en Honduras (COFADEH) está realizando una campaña a nivel de redes sociales.

Con esta campaña se busca mantener la memoria de los detenidos desaparecidos y su pensamiento político en el ámbito público.

Para la Memoria Histórica de este país, es valioso rescatar el legado de cada uno, reconocer su aporte, su lucha, sus ideales por una nueva sociedad.

Los detenidos y detenidas desaparecidas durante la aplicación de la Doctrina de Seguridad Nacional, entregaron su vida por la libertad y la lucha por un mejor país.