«Dejar vender nuestro país sería la cobardía más grande»

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Rufino Rodríguez y Berta Oliva,en la oficina del COFADEH
  • Las alianzas nos ayudan y fortalecen
  • Cada día crece el número de migrantes por El Paraíso

Tegucigalpa, Honduras. –  Su nombre es Rufino Rodríguez Martínez, de baja estatura y piel trigueña, surcada por los rayos del sol que día a día lo acompaña en su caminar por la defensa del país.

Sus orígenes se remontan a la ciudad de Danlí, El Paraíso, donde sembró maíz y frijoles, pero deseaba algo más. Sus ideas eran tan fuertes que lo llevaron a la cárcel, al inicio de la implementación de la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN), allá por 1983, desembocando en el exilio.

Huir del país no fue solo escapar de la persecución militar contra los lideres sociales, sino que aprovechó el tiempo para estudiar en Costa Rica, y volver a la patria que ahora pretenden venderla a pedazos.

Su formación espiritual como Frayle Capuccino a finales de la década de 1970, lo llevó a la región occidental de Honduras, donde pudo interactuar con campesinos que luchaban por la recuperación de la tierra, también asistió a víctimas de la guerra civil salvadoreña en la zona fronteriza.

Años después, como laico y Celebrador de la Palabra de Dios, se unió a las organizaciones de derechos humanos para visualizar y documentar los daños ocasionados por la contra guerrilla nicaragüense, ocasionados en el departamento de El Paraíso, desde ahí existe un lazo fraterno en la búsqueda de verdad y justicia para los detenidos desaparecidos que abandera el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), que coordina Berta Oliva.

Para el 2004 continuó con al defensa del bosque, caminando junto al COFADEH y demás organizaciones sociales que integraban el Movimiento Ambientalista de Olancho (MAO), ante la tala de madera que dejaba sin sus recursos naturales al departamento conocido como «el granero de Centroamérica».

Actualmente, Rufino Rodríguez, es el director mundial de la Fundación Kolping Internacional y representante de Kolping-Honduras, adherida a la Iglesia Católica desde donde impulsa más de 400 proyectos sociales.

En una reciente visita a la oficina del COFADEH concedió la siguiente entrevista:

La Fundación Kolping busca ayudar a que la gente salga adelante por sí misma y que aprenda a ayudarse a sí misma y a otros creando una familia que se apoya y crece.

Para lograr dicho objetivo tiene una forma muy especial de hacer las cosas, de acuerdo con la forma de ser de su fundador, el padre Adolfo Kolping.

¿Cuál es el proceso que actualmente libra como defensor de Derechos Humanos?
Actualmente estamos emprendiendo una asociación que se llama Kolping-Honduras, y desde ahí estamos incursionando en la parte de formación integral para que la población pueda ejecutar pequeños emprendimientos y de esa manera autoayudarse económicamente.

Con estos proyectos se involucra a las mujeres y juventudes, llevándolos a procesos de organización y toma de acciones concretas para su beneficio y las comunidades.

¿Qué tipo de proyectos emprende?
Tenemos variedad de proyectos, estamos en la parte agrícola y comercial. Desde hace siete años le ofrecemos café a Alemania y nos paga un precio justo. También vendemos frijol de calidad a España y Estados Unidos.

Mientras que, a nivel local vendemos diferentes tipos de hortalizas, producción de peces, ganado y avícola ¡son innumerables proyectos en la incursión!

¿Con cuántas personas están trabajando?
En este momento tenemos 4,700 socios en siete departamentos: Choluteca, La Paz, Comayagua, Yoro, Olancho, Francisco Morazán y El Paraíso. Próximamente vamos avanzar para el departamento de Cortés y Atlántida. Estamos por abrir una nueva oficina en Comayagua, ya que es parte céntrica para atender toda la zona norte.

¿Qué cargo tiene en la organización?
Soy el director de Kolping- Honduras, también soy miembro del directorio de Kolping Internacional que lo conformamos ocho personas en el mundo, en representacipon de Asia, África, Europa y su servidor por el al continente americano, pero además, ocupó la presidencia del Consejo Asesor de Kolping-Internacional lo que significa que soy el responsable para toda la Fundación en el mundo.

¿Cuántos países conforman la fundación?
Son 60 países que tenemos actualmente formando parte de Kolping Internacional.

¿Qué impacto tienen en su labor este tipo de acciones sociales?
Estamos procurando a través de esta organización restar la migración hacia el Norte (Estados Unidos), fomentando trabajo, fortaleciendo la parte de los Derechos Humanos en la población; Por otro lado, el desarrollo comunitario y de algunos municipios como Patuca, Olancho, donde estamos trabajando directamente con el gobierno municipal y otros municipios.

¿En algún momento siente amenazas o persecución por esta labor social en general?
Recuerde que cuando se tocan intereses aflora lo que es la situación de inseguridad, pero la ventaja que nosotros tenemos, es que hay una serie de alianzas tanto a nivel local, regional, nacional e internacional, y eso de alguna manera pues nos ayuda y nos fortalece.

En su lucha como defensor de derechos humanos ¿A qué se ha enfrentado?
Hemos tenido la dificultad con la protección del medio ambiente, especialmente en la zona sur-oriente), Kolping Honduras es el encargado del eco manejo de más de 15 mil hectáreas que son áreas productoras de agua. Por lo que, cuando incursionamos para hacer el monitoreo de la zona, no siempre es bien recibido, especialmente por los que están destruyendo el medio.

Rufino Rodríguez/ del albún familiar
Rufino Rodríguez/ del albún familiar

Rufino Rodríguez permanece a la vanguardia en las luchas sociales, su permanente apoyo es con el magisterio, los campesinos, la Juventud a tal grado del enfrentar momentos “un poquito” críticos en el pasado.

¿Como qué momentos?
En la inseguridad, por ejemplo, he estado preso por algún momento que defendimos las causas de las personas que llegaban desde El Salvador, cuando la guerra civil.

¿En qué tiempo fue?
Fue en la década de los 80. Me capturaron en Danlí por muy poco tiempo.

Por su labor dentro y fuera del país lo persiguieron acusándolo de subversivo.

¿Qué pasó en ese tiempo?
Posteriormente, tuve que salir del país hacia Costa Rica para continuar mis estudios.

¿En su tiempo de persecución más o menos recuerda el año?
Creo que fue en el 83, dónde se da la mayoría de desapariciones forzadas.

¿Cómo ve la situación actual con respecto a esta década en la que usted de joven le tocó enfrentar?
Considero que en este momento no hay mucha diferencia, ahora es que hay un sistema que se ha empoderado del país y ese sistema no está llevando más inseguridad y muerte, lo lamentable es que, nunca se saben quiénes son los autores intelectuales o materiales de estos crímenes, eso es muy lamentable mi país.

Tierra de migrantes

Familia migrante haitiana- imágenes del Obispo José Antonio Canales y del defensor de DDHH Eriberto Ramírez
Familia migrante haitiana- imágenes del Obispo José Antonio Canales y del defensor de DDHH Eriberto Ramírez

Desde 2018, Honduras volvió al ojo mundial por las masivas caravanas migrantes hacia los Estados Unidos, y actualmente hay una ola de paso migratorio haitiano que entra por El Paraíso, siendo víctima de asaltos, maltratos y abusos policiales y militares.

El Centro Nacional de Información del Sector Social de Honduras (CENISS), registra que desde enero de 2016 han retoñado al país 62,128 niños y niñas, y 277,145 adultos, para un total de 339,273 personas que emigraron por razones Económicos (92.73%), Violencia o Inseguridad (4.32%), Salud (0.25%), Estudios (0.58%), Reunificación Familiar (15.59%) o Violencia en el hogar (0.44%).

Rufino Rodríguez fue exiliado de su propia tierra, pero volvió más preparado para continuar la lucha social.

¿Cómo ve la situación en la actualidad cuando su departamento es el escenario de un corredor migratorio?
En este momento estamos trabajando especialmente con los haitianos que van de paso por el municipio, apoyándolos en lo que podemos. Son personas que, al igual que muchos hondureños migran por necesidad.

Por lo que, lo que está haciendo el pueblo danlidense en este momento, es como devolver o dar gracias a todo lo que hacen por nuestros hermanos hondureños que emigran hacia el norte (Estados Unidos).

¿Es fuerte la crisis migratoria?
Tenemos bastantes, cada día están llegando más migrantes, algunos se quedan una noche, otros se quedan ahí en la zona, lo más lamentable es que vienen madres embarazadas, niños y algunas personas mayores.

¿El contexto internacional es un reflejo de la realidad interna?
Yo pienso que es un problema común a nivel mundial. Claro, en unos países está más marcado especialmente la inseguridad, que es el caso de Honduras, muy particular en relación a otros países.

Honduras urge de varias acciones conjuntas del pueblo  

zede

Con el intervencionismo extranjero, los líderes y lideresas sociales se han enfrentado de manera directa al opresor para salvar la soberanía nacional.

Ahora hay que luchar contra con la implementación de la Ley de Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), que desplazaría a las comunidades originarias de sus territorios, además la lucha contra las empresas extractivistas que hace de Honduras el país más peligroso del planeta para defender el ambiente, uno de los espacios le lucha permanente de Rufino Rodríguez.

¿Qué se puede hacer para salvar la patria?
Hay que seguir organizando a la gente, dándole espacios de educación, formación y fortaleciendo las acciones comunes. De manera individual, es difícil poder lograr algunos triunfos. Por ejemplo, hoy se organizan los poderosos, pero a nosotros los que de alguna manera carecemos de oportunidades nos cuesta más esa unidad para organizarnos, pero creo que es uno de los desafíos que está ahí presente en nuestro país.

Después de algunos años se ha desarticulado la organización y necesitamos retomar esa organización. Rufino Rodríguez

¿Cómo considera la venta de nuestro país?
Es el pecado más grande en nuestros tiempos, porque no habíamos llegado a esos extremos, pero consideró que estamos a tiempo como pueblo de poder rescatar lo que es nuestro.

«El dejar vender nuestro país sería la cobardía más grande de cada hondureño y hondureña»… concluyó esta conversación el líder social, comunitario, ambientalista, religioso y campesio Rufino Rodríguez, quien debía volver a Danlí.