Los poderes ejecutivo, legislativo y judicial de Estados Unidos preparan para el martes santo una jugada de doble play contra Juan Orlando Hernández.
El 30 de marzo la Corte de Justicia en Nueva York dará a conocer la sentencia individual contra el narcotraficante Tonny Hernández, y en Washington los demócratas revelarán el nombre del corrupto presidente impostor Juan Orlando Hernández, encabezando “la lista Engel”.
El 30 de marzo no es un día cualquiera. Es un día especial para el cristianismo occidental. Un día particularmente duro para el mesías de Nazareth.
Según la liturgia de los cristianos católicos contenida en el Evangelio de San Juan, el martes santo Jesús anuncia durante la cena la negación de Pedro y la traición de Judas.
Pedro, en efecto, ante la presión del imperio de Poncio Pilatos negó conocer a su maestro y Judas, el joven amado, aceptó de los rivales de Cristo 30 monedas de oro y entregó con un beso a su líder a la soldadesca romana.
Los hechos posteriores, narrados por el libro sagrado de los cristianos, describen una locura, un desparpajo. En aquellos tiempos hubo suicidios, accidentes y asesinatos contra los apóstoles y sus seguidores.
En Honduras, el martes también es un día de emociones fuertes. Si todo resulta como ha sido anunciado, los narcos y los corruptos serán entregados por sus amos del Norte, pero negarán por twi tter ser terroristas, traficantes o lavadores.
En la radio y en la televisión, la mafia del Partido Nacional y del Partido Liberal demostrarán otra vez ser actores especiales, unos maestros del disfraz. En los próximos días, tras haber sido «elegidos» por los Mercenarios en las elecciones primarias del pasado domingo, serán juramentados por el Consejo Electoral. Ocuparán las candidaturas del Congreso, las alcaldías y la Presidencia para las generales de noviembre.
Los tremendos delincuentes desnudados por los Cachiros y el contador anónimo ante la Corte en Nueva York son expertos de la negación y de la mentira. Y no van a suicidarse como Judas o a entregarse a Nerón como hizo Pedro, para ser crucificado. Ellos van a aliarse para protegerse en racimo.
En la víspera de la semana santa estos delincuentes organizados han intentado reformar las leyes que ellos mismos han aprobado, para impedir que sus bienes mal habidos sean incautados por el Estado. Bueno, pueden incautarse pero ellos van a conservar la propiedad de esos bienes.
Es muy probable incluso que participen en las ceremonias cristianas en privado como lo impone la pandemia, para pedir la bendición especial de los sobornos recibidos, de los capitales blanqueados, de las armas adquiridas y de los crímenes cometidos. Son unos malditos audaces que se han burlado del pueblo durante 12 años consecutivos, con la ayuda de los militares y de los periodistas vendidos.
Pero en honor al pueblo resistente hay que aclarar que el batacazo del martes no es contra Honduras. Digámoslo de nuevo: no es un mazazo contra el pueblo hondureño, sino contra la familia Hernández y la estructura criminal que organizó este clan a nivel de Centroamérica y México.
En este contexto, sin embargo, hay muchas personas que temen acontecimientos inesperados, movimientos jurídicos, políticos y militares. Entonces, debemos estar alertas por supuesto. No es fácil ser nombrados y recibir tanta luz después de tantas tinieblas en un mismo día.
No es fácil escuchar la sentencia contra un hermano por delitos de terrorismo contra la seguridad interior de Estados Unidos, por tráfico de drogas a gran escala y blanqueo de dinero con el apoyo del más alto nivel del Estado. Y no es fácil escuchar el mismo martes 30 la lista de corruptos, incluyendo al líder de la manada, que quedará imposibilitado de entrar a los Estados Unidos que fue su aliado, su consentidor y cómplice durante 12 años.
Es bien interesante esto que la administración demócrata de Estados Unidos reconozca finalmente su errónea política de muerte hacia Honduras. Haber reconocido a una banda criminal para dirigir el Estado en 2009, 2010, 2013 y 2017 ha sido un pésimo negocio de imagen pública para Washington.
En los últimos 12 años millares de niños y niñas – que parecen preocuparle mucho al señor Biden — han emigrado de Honduras en caravanas, solos o acompañados. Y este crimen nefasto es responsabilidad de varios países, que han reconocido y apoyado un régimen narcotraficante y corrupto, a pesar de que lo hemos denunciado tantas veces!
El precio que deben pagar ahora estos gobiernos cómplices es muy alto por no haberle permitido autodeterminarse al pueblo golpeado en 2009. Por haber negado el derecho colectivo a un cambio verdaderamente democrático en Honduras. Por haber preferido una dictadura ladrona y asesina, que amenaza todavía continuar firmando créditos con el BID, el Banco Mundial y el Banco Centroamericano, como si fuera una entidad autorizada para burlarse de todos ustedes.
En este nuevo escenario, congresistas han anunciado con insistencia el corte del presupuesto militar a las fuerzas armadas que han dirigido las operaciones de las mafias criminales que atraviesan Honduras. Y Eliot Engel anuncia una lista de los corruptos de Honduras y sus países vecinos, que debe revelar la Casa Blanca este martes próximo.
Es nuestro deber estar atentos. Es martes santo. Día de la negación de Pedro y de la traición de Judas Iscariote. Es jugada de doble homme-rum de los Yankees en Nueva York y es batacazo de los zorros de Washington.
Así las cosas, nos vemos con Jesús el día de la santa cena, hasta el martes.
¡Buenas noches!
Editorial Voces contra El Olvido, sábado 27 de marzo de 2021
