BAJO FUEGO

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El Comité de Familiares de Detenidos – Desaparecidos en Honduras denunció ayer que está bajo el fuego de nueva campaña de guerra psicológica, con riesgos reales para la integridad física de su personal.

En una segunda alerta emitida en menos de 72 horas, la organización humanitaria dijo que varios libelos impresos y digitales han surgido después de la última declaración hostil del Presidente Juan Orlando Hernández contra organizaciones de derechos humanos que inciden círculos de decisión internacional sobre la situación del país.

Hernández dijo al periodista Renato Álvarez que su aparato de inteligencia está investigando el financiamiento de organizaciones de derechos humanos por las maras.

Antes había declarado tras una visita a Washington que existen malos hondureños y hondureñas que van a Estados Unidos a mal informar el país, a pesar de sus esfuerzos contra los narcotraficantes y los violadores de derechos humanos.

El Cofadeh dijo en su texto público del viernes que la campaña de libelos se levanta después de las declaraciones del Presidente y que la intención de la misma es asociar a la coordinación del Comité con las operaciones del crimen organizado en Colón.

Incluye, además, la vigilancia de su sede en la avenida Cervantes de Tegucigalpa por agentes encubiertos, el seguimiento a miembros de su personal y la circulación de un cartel amenazante encabezado por el señor Wilter Blanco buscado por la DEA de Estados Unidos.

Al reaccionar ante esos mensajes, la organización dijo que la sucia campaña procede de los aparatos de inteligencia del gobierno que impulsa el continuismo, que enfrenta el señalamiento público por varios hechos de impacto en las últimas semanas.

El Cofadeh recordó que el Partido Nacional debe responder al nuevo fiscal internacional de la MACCIH por  el robo al Seguro Social, el asesinato de Berta Cáceres y la conspiración mafiosa dentro de la FIFA y por el lavado de activos en bancos locales.

Dijo también el Cofadeh que el gobierno está molesto porque le sobreviene una nueva sentencia penal internacional en la Corte Interamericana de Derechos Humanos por el asesinato del candidato a diputado Ángel Pacheco León, en el marco de su campaña dentro del Partido Nacional, en noviembre de 2001.

El Cofadeh dijo en su alerta de ayer que escuchó a la familia León desde aquél asesinato en el sur de Honduras y se convirtió en el impulsor del proceso en el sistema interamericano de derechos humanos, porque las víctimas fueron desatendidas por su propio partido y por los indicios racionales de participación de agentes estatales en el crimen.

En la parte final del documento divulgado el viernes el Cofadeh destacó su presión histórica por la justicia en casos de desapariciones forzadas y crímenes políticos impunes, como el cometido contra uno de los fundadores del Partido Comunista Hondureño, Herminio Deras, cuyo ejecutor Marco Tulio Regalado Hernández fue capturado esta semana.

Concluyó la organización humanitaria que la campaña desatada en su contra en los últimos días, es una reacción criminal a esos hechos y también a su decisión de respaldar las acciones de la MACCIH contra la corrupción y del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU contra la impunidad en Honduras.

El Cofadeh conmemorará 34 años de existencia el próximo 30 de noviembre en su Hogar contra el Olvido en Santa Ana y lo hará con un Foro Público que reunirá a personalidades expertas en reparación ética, moral, penal y patrimonial.

“No vamos a renunciar a nuestro trabajo de litigio internacional contra los responsables de hechos atroces y vamos a impulsar las causas penales que sean requeridas contra los miembros del Estado implicados en los mismos”, cierra el texto de la organización.

Bueno, esperemos que el aparato de inteligencia del gobierno no se haya convertido otra vez en un escuadrón de la muerte al estilo del Plan Cóndor, del Plan Colombia o del 3-16.

Esperemos que los expertos del retablo no sigan comprometiendo más a un partido político y a una élite de políticos harto implicados con el crimen organizado. Y que nos dejen hacer nuestro trabajo, por la vida.