A la Plaza en 2020

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Comunicado del primer plantón de 2020

Es como cada quien decida mirar la continuación del tiempo después de esas fechas feroces durante las cuales el mercado hizo trizas las bolsas y los sentimientos de la humanidad occidental. Para la familia del Cofadeh, éstas nuevas hojas de calendario son una nueva oportunidad para demandar verdad y justicia al Estado, respeto de los derechos humanos a la dictadura. Y por eso estamos hoy aquí.

En mayo 2020 será el Examen Universal al Estado de Honduras en Ginebra por parte de la ONU y, por tanto, vamos a exigir como organización social que la dictadura narcotraficante que accidentalmente controla las instituciones públicas no impida la adopción de la jurisdicción del Consejo Permanente contra las desapariciones forzadas.

En nuestros apuntes alternativos al Consejo estamos enfatizando que la élite que controla la adopción del nuevo Código Penal trata de desaparecer la mención explícita del delito de desaparición forzada y las penas que indica el estándar internacional contra este crimen de lesa humanidad.

La deuda histórica de la escoria militar, policial y civil contra más de 180 personas desaparecidas entre 1979 y 1992 no se olvida y no se perdona, a pesar del costosísimo lobby que practican contra la memoria hasta nuestros días. Esta es una exigencia hasta el fondo del dolor y de la esperanza.

El EPU 2020 volverá a poner cara a cara al Estado y a la sociedad en todas las categorías de derechos humanos en Honduras, y estamos listas para comunicar por los medios que sea posible todo ese proceso que debe ser el indicador más decisivo para la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá al momento de autorizar fondos a la dictadura criminal.

En esta primera aparición del nuevo año aquí en nuestra Plaza de los Pañuelos Blancos, declaramos nuestra voluntad de continuar sirviendo a las redes juveniles de defensa de derechos humanos en todo el país y de mantener activas nuestras alianzas vivas con el magisterio, el movimiento campesino y las organizaciones sociales en el marco de las Coaliciones contra el Continuismo y contra la Impunidad.

Estamos a las puertas de una negociación política entre la miserable secretaría general de la OEA y la élite corrupta hondureña, que a cambio de un voto para la reelección cortan las extremidades a la MACCIH para hacerla inútil dama de compañía. A los actores de este sucio arreglo no les importa que la impunidad sea una forma brutal de violencia. Les importan sólo sus negocios.

Nos entristece, por tanto, la ley del talión aplicada por criminales con poder al interior del sistema carcelario y al exterior, en las calles de Honduras, donde las fuerzas que monopolizan las armas son incapaces de detener masacres, homicidios y femicidios, que signan el primer día de 2020: ¡cinco mujeres asesinadas con saña el primer día del año!. Y en muchos casos de la violencia vengativa, de limpieza de testigos, esas mismas fuerzas armadas son autoras. Un aparato que se traga el dinero de la gente y que es incapaz de corresponder con la mínima decencia.

En este desierto nacional en el que no sabemos a quién hablamos, porque la sociedad hondureña perdió el derecho a la información pública, el balance de pesos y contrapesos está bajo control criminal, y los centros de opinión pública están bajo la seducción de la factura del dictador. Quizás nos hablamos a nosotras mismas, es muy posible que así sea, pero desde La Merced les decimos:

De los hechos y de los hechores, ni olvido ni perdón.

3 de Enero 2020