Tegucigalpa.- Navidad es una época para compartir en familia y con todos los seres queridos, pero la familia de Héctor Hernández desde hace 40 años que no tiene una feliz navidad, porque la familia no está completa, falta él.
Héctor Hernández Morales, ex sindicalista, desapareció el 24 de diciembre de 1982, después de ser capturado por agentes del Estado pertenecientes a la Dirección Nacional de Investigación y al Batallón de Inteligencia 3-16.
Fue detenido a las 4:00 de la tarde en el taller de bicicletas Toñito, en la 17 calle, 13 y 14 avenida del barrio Cabañas de San Pedro Sula, mientras compraba repuestos para su bicicleta.
Su esposa Rita Elena Medina Ponce, manifestó mediante testimonio que fue detenido por sujetos vestidos de civil, que se transportaban en un vehículo color blanco, doble cabina, los hombres le golpearon con armas tipo escopetas.
Testigos oculares de su cautiverio, revelaron que se encontraba en las celdas de la DNI, esposado de pies y manos a un servicio sanitario y vendado de la vista, de donde los agentes lo sacaban por las noches para torturarlo.
Desde el 24 de diciembre hasta el 7 de enero no le habían proporcionado alimentos y agua, denunciaron los testigos por lo que su estado físico se deterioraba.
Rita Elena Medina Ponce interpuso el 7 de enero de 1983, un recurso de exhibición en su favor, que fue denegado posteriormente por la Corte de Apelaciones de San Pedro Sula.
Ese mismo día 7 de enero, Rita Medina -acompañada del presidente del CODEH y del abogado Enrique Flores Lanza- se presentaron a la DNI a investigar la Desaparición de Héctor Hernández y el secuestro del cadáver de Celestino Rivera Medina.
La gestión no logró la libertad del detenido. Celestino Rivera Medina, comerciante y amigo de Héctor Hernández, fue asesinado el 24 de diciembre por hombres que se conducían en automóvil con características similares al vehículo en el que fue detenido Héctor Hernández. El cadáver de Celestino fue secuestrado.
El 21 de febrero de 1983, el COFADEH interpuso un recurso de exhibición personal en su favor, que también fue denegado por la Corte Suprema de Justicia.
A la Fecha, Héctor Hernández continúa desaparecido, y el Estado no ha realizado ninguna diligencia que dé con su destino final, al igual que el de los 184 detenidos desaparecidos que registra el COFADEH durante esa época de 1980, durante la instalación de la doctrina de Seguridad Nacional.
Son 40 años de espera, cuarenta navidades que la familia de Héctor Hernández lo esperan sin que los perpetradores digan la verdad, de que hicieron con él y con los demás desaparecidos, sin que haya una verdadera justicia en el país, sin que revelen donde estaban sus cuerpos.