El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), conmemora hoy 40 años de la detención desaparición forzada de cuatro jóvenes que volvían a Honduras para luchar por la liberación de la patria, aumentado con su ausencia la deuda histórica que demandamos las familias de los detenidos desaparecidos.
El 24 de enero del 1982 en la aduana El Guasaule, frontera con Nicaragua, se transportaban en un autobús de la empresa TICABUS seis jóvenes estudiantes: Francisco Samuel Pérez Borjas (21), Julio Cesar Méndez (21), Enrique López Hernández de (23), María Ediltrudis Montes y dos de nombre desconocido, que fueron detenidos-desaparecidos por la policía hondureña.
Francisco Samuel, Julio César, Enrique “Quique” y María Ediltrudis “Tuy”, son eternos jóvenes que permanecen presentes ocupando un lugar insustituible en la memoria del pueblo que no olvida los crímenes cometidos por el Estado de Honduras en la década de los 80, con la implementación de la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN), como parte de la injerencia de los Estados Unidos de América.
El crimen de lesa humanidad sucedió a pocos días que Roberto Suazo Córdova asumiera como el primer presidente de una supuesta era democrática (1982-1986), quien lejos de dar respuesta a nuestra pregunta ¿Dónde están? Avaló a las fuerzas militares y empresariales para continuar con las desapariciones forzadas y asesinatos políticos.
También recordamos a las madres de estos jóvenes detenidos desaparecidos, que forman parte de las 12 familias fundadoras del COFADEH, aportando hasta su vida para que se haga justicia, en una lucha que si bien se forjó en medio del miedo también se fortaleció con amor y se mantiene con la esperanza de que la justicia llegará.
Liduvina Hernández, (doña Vina) madre de Enrique “Quique”, a sus 89 años de edad, no pierde la energía de luchar y denunciar las violaciones a los derechos humanos. Es la presidenta del COFADEH, la fe en un mejor país la mantiene a la espera de saber sobre su hijo.
Natalia Méndez, (doña Tala) madre de Julio César, atesora en su corazón todo lo que hacía en el COFADEH, junto a las compañeras de los pañuelos blancos a quienes las unió el dolor de la pérdida de sus hijos e hijas, pero también el cariño entre las familias.
Fidelina Borjas, (doña Fide) madre de Samuel, murió en el 2009 por pena moral. Sus palabras se mantienen como una luz de esperanza al expresar su apoyo y acompañamiento en la búsqueda y exhumación de los detenidos desaparecidos, y que, si esos no eran los restos de su hijo, otras personas acompañarían el hallazgo de Samuel.
Lucila Girón, madre de Ediltrudis Montes, murió en diciembre del 2014. A sus 98 años, nunca perdió las esperanzas de volver a ver a su hija; esa espera la guardó en su corazón, en silencio, pero con ánimo.
Con el objetivo de rescatar la vigencia del pensamiento político de los detenidos desaparecidos en la época de los años ochenta, el COFADEH desarrolla la campaña virtual 40 AÑOS DE IMPUNIDAD, para mantener la memoria de los detenidos desaparecidos y su pensamiento político en el ámbito público.
Para la Memoria Histórica de este país, es valioso rescatar el legado de cada uno, reconocer su aporte, su lucha, sus ideales por una nueva sociedad.
El COFADEH registra 21 detenidos y detenidas desaparecidas durante la aplicación de la Doctrina de Seguridad Nacional en 1982. Entre ellos 19 hondureños, 1 nicaragüense y 1 guatemalteco.
El COFADEH durante más de tres décadas se ha mantenido en la búsqueda y exigencia de justicia para conocer la verdad sobre el destino de sus seres queridos, que fueron detenidos desaparecidos durante la década de los 80 por tener un pensamiento distinto y soñar con una patria libre para las futuras generaciones.
En estos 40 años de lucha, hemos sido atacadas, vilipendiadas, víctimas de campañas de desprestigio, pero nos mantenemos firmes porque no hemos actuado con ánimo de ser protagonistas.
Ni las fuerzas políticas ni militares nos han doblegado, porque nos guiamos por el amor que nos da fuerza para continuar, porque las violaciones a los derechos humanos no se agotan ni se resuelven ahora.
A 40 años seguimos demando verdad, justicia, memoria y reparación para Tuy, Quique, Samuel, Julio y para cientos de casos de detenidos desaparecidos por razones políticas en Honduras.
Tegucigalpa, 24 de enero de 2022
De los hechos y los hechores ni olvido no perdón