Universitarios podrían enfrentar tres años de prisión

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Por: Sandra Rodríguez

Una pena máxima de tres años de prisión y penas accesorias ha solicitado esta mañana la Procuraduría General de la República (PGR), Ministerio Público (MP) y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), para los universitarios Moisés Cáceres, Cesario Padilla y Sergio Ulla, quienes fueron condenados el pasado 07 de junio por el delito de usurpación en perjuicio del Alma Mater.

En la UNAH Universidad Nacional Autónoma de Honduras, actualmente hay 45 jovenes con procesos judiciales y se cree que existen unos 10 requerimientos pendientes de ejecutarse en diferentes centros regionales, donde hay tomas de edificios al igual que en Tegucigalpa, como protestas para exigir sus derechos a una educación publica, gratuita y de calidad.

Después de posponer esta audiencia de individualización de pena, hoy la defensa solicitó la pena mínima que es de dos años y que continúen las medidas sustitutivas a la prisión, y no renuciar a los recursos correspondientes. Como ser el Recurso Casación, haciendo uso de la ley.

Las penas accesorias, son medidas o restricicones que tienen que ver son los derechos civiles y políticos de los ciudadanos, explicó el abogado Laureano Carvajal, quien ha representado a los jovenes desde el juicio oral y público desarrollado entre el 26 de mayo y el 07 de junio reciente.

Los ahora egresados, gozan de medidas de protección, por las constantes amenazas a su integradad por realizar labores de defensa de derechos humanos.

Las afectaciones, segun declaró Moisés, son económicas y sociales, porque deben dejar de hacer sus actividades para estar atendiendo las citaciones judiciales, a lo que él llama «un circo», pues el no ha cometido ningún delito, pero aqui la justicia no alcanza para todos, pueno están engavetadas más de 90 denuncias contra la rectora Julieta Castellanos.

Por su parte Cesario lamentó que se de largas al proceso, mientras continúan los requerimientos fiscales contra defensores de la educación en Tegucigalpa, Choluteca, Comayagua y no se descarta San Pedro Sula, y no se muestra interés de parte de las autoridades para solucionar los problemas mediante un diálogo. En su caso, arrastra un acriminalización desde la UNAH, en procesos de expulsión en el año 2014, junto a 14 compañeros y compañeras que se oponían a las leyes arbitrarias contra la comunidad estudiantil.

Cerca de los jóvenes criminalizados ha estado el poeta y periodista Félix Cesario, padre de Cesario Padilla, quien expresó su molestia por la tardanza de justicia para personas que no son delincuentes. A él también llegan las afectaciones físicas y emocionales, pero nunca el espíritu.

El Cofadeh condena las acciones contra los universitarios que lideran luchas en favor de la población hondureña, y que va dejando como resultado más criminalización y no soluciones para entrablar un diálogo desde las autoridades rectorales.