La portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos manifestó hoy en Ginebra su preocupación por el riesgo de aumento de los disturbios en Honduras, en medio de las continuas tensiones tras las discutidas elecciones presidenciales de noviembre en las que resultó reelegido el presidente Juan Orlando Hernández.
Liz Throssell solicitó a todos los partidos políticos, medios de comunicación y representantes de la sociedad civil que se abstengan de cualquier declaración que pueda ser interpretada como una incitación a la violencia.
La oposición al presidente anunció una serie de protestas a nivel nacional del 20 al 27 de enero, coincidiendo este último día con el juramento del cargo de Juan Orlando Hernández.
La vocera recordó que los cuerpos de seguridad han de usar únicamente una fuerza necesaria y proporcionada, y detalló la pérdida de vidas desde la celebración de los comicios.
“Entre finales de noviembre hasta el 22 de diciembre murieron 22 personas. Tenemos información verificada que 13 de estas personas fallecieron a manos de las fuerzas de seguridad”, dijo.
También pidió a las autoridades hondureñas que eviten el uso de la policía militar y las fuerzas armadas para controlar las manifestaciones, funciones para las que no están ni capacitadas ni equipadas de manera efectiva.
