Debemos respetar la dignidad humana y trabajar por el bien común

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Reina Isabel Cálix

Tegucigalpa.

La paz es también es luchar por aquellos niños y niñas desnutridos que no tienen nada que comer y por los jóvenes para que no sufran tantos vejámenes.

Así comenzó su mensaje Reina Isabel Cálix, en el Foro “Sin mujeres no hay paz”, que se realizó en Tegucigalpa.

Ella es una maestra rural desde los 15 años  y en el 2005, junto a otras cinco hondureñas, fue nominada a las 1000 Mujeres de más de 150 países al Premio Nobel de la Paz.

Cálix a través de la Federación Nacional de Campesinos de Mujeres Urbanas y Rurales de Olancho trabaja en 17 municipios del departamento de Olancho educando niños de escasos recursos, en aquellas comunidades que han sido olvidadas o abandonadas por los gobiernos de turno.

Con 140 maestro voluntarios trabaja tesoneramente sin importar las vicisitudes que tengan enfrentar por no contar con dinero o vehículos para llegar a los lugares más remotos del departamento de Olancho para educar a los niños, jóvenes y mujeres.

“Seguimos trabajando tesoneramente en Olancho, nos fajamos en los lodazales, en aquellas comunidades donde no entran ni carros, en aquellas montañas, eso también significa luchar por la paz”, sostuvo Reina Isabel Cálix.

Asimismo indicó que tenemos que hacer algo por la humanidad todos los días, y debemos respetar la dignidad humana y trabajar por el bien común.

En los 80 era pecado hablar de los derechos humanos, lo desaparecían del mapa a uno y teníamos que andar clandestinamente para hablar de los derechos humanos. Hablar del bien común era otro pecado porque si hablamos de él éramos comunistas, expresó en su alocución Cálix.

“Hay que hacer algo por la sociedad civil, por los campesinos, por los jóvenes, por esos niños que no pueden ir a los jardines porque andan descalzo, por los compañeros varones que no tienen un pedazo de tierra y tenemos que luchar por la reforma agraria junto a ellos, aunque no importe lo que nos suceda”, sostuvo.

En su intervención, Cálix señaló que en Olancho tienen varios programas, donde luchan con las mujeres microempresarias y con los varones para lograr un pedazo de tierra que les permita sembrar y cosechar para el sostenimiento de sus familias.

Más de 1,400 niños que no tiene vestimenta que ponerse para acudir al centro educativo, han sido beneficiados por la Federación Nacional de Campesinos de Mujeres Urbanas y Rurales de Olancho al finalizar su primer grado.

En 1972 y 1975, Reina Isabel Cálix sobrevivió a la masacre de campesinos en Santa Clara y los Horcones.