DE LA CONSULTA LOCAL A LA OPINIÓN NACIONAL

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La voz de los pueblos tiene que ser escuchada, y no necesariamente por los delincuentes tomadores de decisión; tiene que ser escuchada por los mismos pueblos, donde reside el verdadero poder.

Como ha quedado demostrado a lo largo de la historia de la humanidad, ya sean monarquías, dictaduras, regímenes militares o democracias fascistas de fachada religiosa, son los pueblos hartos de la humillación quienes al final cortan las cabezas de los tiranos en el momento del rebalse.

Honduras podría llegar a ese momento del punto máximo de la ruptura de la represa, más tarde o más temprano, eso depende de muchos eventos que estamos aún por ver.

Las caravanas de refugiados hondureños que iniciaron el pasado 12 de octubre en San Pedro Sula aún no llegan a reunirse todas en Tijuana, donde tocarán el muro del fascismo estadounidense antes de la navidad.

Mientras eso ocurre, en Honduras siguen ocurriendo hechos; por ejemplo, la llegada de drones israelíes y fragatas acorazadas, para fortalecer las capacidades de fuego de la poderosa fuerza armada hondureña, que tiene tanta plata para comprar armamentos mucha más que la secretaría de salud para adquirir medicamentos básicos.

Las gloriosas fuerzas militares nacionales, que tuvieron que ser defendidas por la población civil en 1969, todavía hoy repiten como tontas que son el brazo armado del pueblo mientras enriquecen a coroneles y generales, uniformados embusteros que han recibido órdenes de mercenarios pagados por la CIA y de mafiosos del crimen organizado.

Estamos hablando de estas mismas fuerzas militares inútiles, corruptas e impunes que hoy usan toda su «inteligencia» y todas las tecnologías de sus socios sionistas, para nada; porque son incapaces de cuidar siquiera los intereses de sus propios amos.

Mientras las caravanas siguen huyendo del golpismo, la Organización de Estados Americanos y la ONU no demuestran ninguna victoria contra los criminales que dirigen el Estado. Hasta hoy, después de diez años continuos de ruptura constitucional, ambos organismos inter-estatales no hacen nada serio por detener la destrucción de Honduras.

La OEA y la ONU fueron llamadas por el pueblo hondureño para intervenir, para hacerse cargo de todos los asuntos nacionales en vista de la total indefensión, pero no asumieron ese papel. Han tratado a los delincuentes, violadores de derechos humanos e impunes traficantes, como si fueran autoridades. Como si fueran gobierno elegido. Con sus clásicas formas de diplomacia ridícula. Y entonces, los corruptos y los narcos se ríen de ellos, inclusive dirigen sus propias agendas.

Frente a esta semejante mediocridad de la comunidad internacional, que recibió permiso de la población hondureña para actuar, entonces están surgiendo nuevas formas de defensa de la democracia.

Una de esas formas es la ocupación pacífica de los territorios por las comunidades. Los ejemplos de Azacualpa en Copán; Guapinol en Colón, Reytoca en Francisco Morazán y Pajuiles en Atlántida, son apenas unos ejemplos pequeñitos. Hay otros, y muchos más surgirán cada vez.

Otras de las formas de defensa de la vida en democracia es la consulta popular que inicia este domingo en el municipio de San José, La Paz. Y en otros municipios del país. Es la consulta que fue anunciada en agosto pasado en Tegucigalpa, y que ahora está en marcha.

La población mayor de 18 años responde SI o NO a la continuidad del modelo neoliberal represador de ríos, sangrón de la economía de la gente y extractivista de las entrañas de la tierra. Y responde SI o NO al continuismo del impostor Hernández y, en última instancia, si está de acuerdo o no con la reelección, un tema verdaderamente marginal que esta noche no nos importa mucho.

En realidad esta noche nos importa que las comunidades de San José no se dejen sobornar por las bolsas de espaguetis y no tengan miedo a los bonos de último momento que ofrecen la dictadura de Gladys Aurora y todos los destructores de la montaña El Pacayal y sus ríos de propiedad indígena lenca.

Nos importa sinceramente que el pueblo de San José, que ya vivió en 2010 el irrespeto de sus cabildos abiertos por las manchas bravas del cachurequismo y la cobardía de su alcalde que entregaron el río zapotal, que no tenga miedo esta vez de votar y defender su decisión.

Esta vez el voto no es contra Gladys Aurora ni su cuestionado esposo Arnold Castro ni contra el Partido Nacional, el voto es a favor de los bienes naturales del pueblo lenca, a favor de la democracia y de la vida de todo el pueblo de Honduras.

Este domingo, en este pequeño pueblo de 9 mil habitantes que viven de los guineos dulces, el aromático café, las verduras y las legumbres, situado a 1400 metros sobre el nivel del mar, tendremos los resultados de la primera consulta popular bajo la conducción de la Convergencia Nacional contra el Continuismo.

A finales de este año la información llegará agrupada, en bruto y analizada, desde distintos puntos del país y será comunicada al mundo a través de una movilización contundente en la capital del país.

Todo sea hecho por Honduras, por la paz de este pueblo digno, inteligente, alegre y trabajador.

Editorial Voces contra El Olvido, sábado 17 de noviembre 2018